El 12 de Abril de 1911, tras las elecciones, es elegido alcalde de la ciudad, marcando un hito histórico al convertirse en el primer alcalde de talante socialista que llega a la presidencia de la corporación municipal de nuestra ciudad. En las elecciones a Diputados a Cortes de aquel mismo año obtiene el acta de diputado a las Constituyentes por la provincia de Córdoba y es nombrado miembro de la Comisión Parlamentaria del Instituto de Reforma Agraria, Vocal de la Federación de Trabajadores de la Tierra, en 1932, defendiendo varias ponencias en dicho congreso. En 1936 organizó la primera sociedad colectiva en Montilla denominada "El Alcalde" al amparo de la ley de Reforma Agraria.
El lÃder socialista y ugetista habÃa dedicado gran parte de su vida al servicio de estas organizaciones, interviniendo no sólo en actos polÃticos y sindicales, sino en acción municipal, periodÃstica y cultural. Fundó en la Casa del Pueblo de Montilla una escuela de Artes y Oficios que dejó de existir a causa de la Guerra Civil del 36. El Partido Socialista y la Unión General de Trabajadores fueron aquà en Montilla, hasta la desdichada guerra civil, la columna vertebral del socialismo de la campiña. Zafra fue el artÃfice, el propulsor y el alma de aquellas organizaciones. Su nombre irá unido a las conquistas sociales y polÃticas del movimiento obrero del primer tercio del siglo XX. Su afán de superación y el deseo de llegar al conocimiento de cuantas materias estudiaba, junto con sus sacrificios por el bien de la clase trabajadora, fueron lo que elevó la potencia organizativa de los obreros y su respeto por unas poderosas organizaciones que la guerra destruyó materialmente. Pero el espÃritu de lucha y de conquista logrados, merced al esfuerzo de aquel hombre, quedó grabado para siempre en las posteriores generaciones de seguidores montillanos.
Su recto proceder, su honrada acción de socialista no impidió que su vida fuera truncada por la incomprensión. Zafra fue, indiscutiblemente, un lÃder de las mejor de las causas; deseó, sobre todo, la libertad, la justicia, la paz y la independencia. Murió fusilado junto a otros montillanos en Baena el 25 de Julio de 1936.