El Sindicato de Enseñanza de CCOO de Córdoba ha analizado hoy el inicio del curso escolar en la provincia, un curso que comienza con la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional alardeando de un despliegue de medios y recursos que en absoluto se corresponde con la realidad de los centros educativos, que han abierto sus puertas con prácticamente las mismas carencias que al finalizar el curso pasado.
El secretario General del mencionado sindicato de Enseñanza, Enrique Guerra, ha afirmado que “los centros públicos abren sus puertas con carencias estructurales que afectan directamente a la calidad educativa y al derecho a la igualdad de oportunidades del alumnado cordobés”.
“En la provincia de Córdoba seguimos con la misma realidad de cierre de unidades públicas (unas 50 unidades públicas cada curso), lo que implica también pérdida de profesorado y ratios más elevadas”, dijo Guerra quien afirma que, “el cierre de aulas no está justificado por la bajada de la natalidad, que debería aprovecharse para bajar las ratios”. Sin embargo, “a día de hoy, existen en torno a 30 aulas que superan los máximos legales de alumnado, muchas de ellas con una alta presencia de estudiantes con necesidades específicas, lo que sobrecarga al profesorado y perjudica a quienes más apoyo requieren”, añadió.
También nos hemos encontrado con la falacia del discurso de la libertad de elección de centro. “Es ejemplar el caso del CEIP Andalucía de Posadas, donde 7 alumnas y alumnos han sido redirigidos a otro centro educativo distinto al solicitado”.
Pero, además, las plantillas docentes no están completas. Según el responsable sindical, “alrededor de 100 plazas han comenzado sin cubrir por los retrasos en el sistema SIPRI. Este hecho genera inestabilidad e incertidumbre en el profesorado interino, que, además, toma posesión en muchos casos el mismo día que empieza el curso, con el consiguiente perjuicio para el alumnado y un ahorro económico para la Administración”. A esto se añade la falta de cobertura inmediata de bajas y las irregularidades en las últimas oposiciones, que han dejado un 17% de plazas vacantes y que han sido “un ejemplo de arbitrariedad y mala gestión”, dijo el secretario General de Enseñanza de CCOO de Córdoba.
No son estas las únicas carencias de este inicio de curso. “El nuevo curso también arranca con recortes en programas fundamentales. Así, se elimina la figura de los auxiliares de conversación en los centros bilingües, ampliando la brecha entre alumnado de familias con recursos y el de clase trabajadora. En Formación Profesional, se refuerza la privatización mientras se cierran ciclos públicos y se desaprovechan oportunidades como la del edificio de la antigua Escuela de Agrónomos en Córdoba para un centro integral de FP público, que ha terminado cedido a una empresa privada”, criticó Guerra.
La atención a la diversidad sigue siendo una gran asignatura pendiente. Enrique Guerra afirma que “faltan más de 200 profesionales de apoyo en Córdoba, según nuestras cuentas. Además, se recortan puestos de PT (Pedagogía Terapéutica), AL (Audición y Lenguaje) y personal laboral, y se mantiene la precarización mediante la externalización de figuras esenciales como PTIS (Personal Técnico de Integración Social) o ILSE (Interpretación de Lengua de Signos Española). También se reducen recursos en zonas de transformación social y se mantienen servicios básicos como el comedor escolar en manos privadas, perpetuando una mala calidad alimentaria y condiciones laborales precarias”.
CCOO Enseñanza Córdoba advierte, además, de problemas sin resolver como la climatización de los centros —que obliga a alumnado y profesorado a soportar temperaturas extremas sin medidas suficientes—, la falta de dotación horaria para coordinadores de igualdad y la imposición de más horas de religión sin debate ni consenso.
Ante esta situación, “desde CCOO exigimos una apuesta decidida y real por la educación pública con una inversión suficiente, estabilidad de las plantillas, reducción de ratios, refuerzo de la atención a la diversidad, mejora de servicios complementarios y fin de la privatización encubierta. La educación pública andaluza necesita hechos, no propaganda, porque sin ella no habrá ni igualdad ni futuro digno para la sociedad cordobesa”, apostilló Guerra.